jueves, 19 de marzo de 2009

La Dueña De Mi Alma

Acércate a la reja sos la dueña de mi alma sos mi luna cautiva que se aleja y se va, decía el viejo paisano mientras lloraba por un amor golpeando los hierros fríos de la celda en la cárcel de San Andrés, yo un incrédulo de todo lo relacionado con el amor lo miraba y oía atentamente, porque ese hombre en sus lagrimas de luna llena tenia una historia que no se animaba a contar y escondía un silencio tan grande que nadie se le acercaba ya que corrían miles de leyendas, acerca del porque el había caído a este pozo perdido en el medio de Salta. Las leyendas que no eran otra cosa que inventos de una realidad poco probable, decían de que el viejo estaba allí por era un hombre tan puro que por temor a su pureza divina un cura lo acuso de haber cometido un crimen que nunca se llego a comprobar, otros decían que en realidad era el mismísimo diablo que habita en todos los penales perdidos en el medio de las provincias, y que lloraba con el solo hecho de atraer almas en las noches de luna llena, también escuche fabulas tan grandes que decían que en realidad el era el bandido mas grande que halla visto el norte argentino y que sus lagrimas eran una maldición que le habia hecho una gitana al robarle parte de sus riquezas y que por ese motivo todas las noches de luna llena le lloraba a una amor que no existía en la realidad. Miles de historia lo rodeaban lo único certero era que compartíamos celdas y que no tenia la apariencia de ser una persona malvada y que guardaba un silencio tan grande como sus lagrimas cada vez que era noche de luna llena.

Justamente San Andrés no era otra cosa que un pozo, donde todos los que estábamos ahí, llegábamos con historias oscuras, renegadas, éramos catalogados como hombres sin alma, por eso mismo nos depositaban en esta cárcel perdida en el medio de Salta. Pero de todos esos reos el único respetado era justamente mi compañero de celda, a el lo llamábamos el paisano, apodo que se gano ya que lo único que hacia era escribir poemas para después quemarlos, tocar hermosas zambitas con su guitarra sin cuerdas, y cada vez que alguien se le acercaba amablemente le convidaba de su mate con yerba secada al sol, y le dedicaba una zamba escrita por el. Otra cosa que nos sorprendía a los reclusos era que los guardias cárceles le decían el justiciero y lo respetaban de una manera increíble, yo que he estado en varios penales nunca había observado tanto respeto y cariño por un prisionero, además no entendía como podía hacer alguien en encierro para reprimirse de hablar y guardar tan adentro su secreto que lo condenaba, ya que uno excluido de la libertad, lo primero que hace es comunicarse con los demás y contar su historia para que a uno no solo lo conocieran sino que también lo respetasen.

Yo cuando tenia libertad aparte de ser un tipo que no le interesaba trabajar, ya que mi filosofía de vida, si puede llegar a catalogarse como filosofía, era vivir el momento como fuera y sin importar a quien perjudicara, me gustaba leer historias y también contar historias, algunas reales otras inventadas en el momento para sorprender a los oyentes, en eso si que me destacaba, es decir soy un gran charlatán, en ser un gran cuentista, y un terrible atorrante que en el momento menos esperado salía corriendo con una cartera abajo del brazo. Por varios motivos siempre era atrapado y me encerraban pero al poco tiempo me liberaban y como ya era costumbre me hiba de ese lugar con la promesa de cambiar y al poco tiempo ya me encontraba otra vez reincidiendo y cayendo nuevamente al oscuro encierro, que la sociedad le da a los que no entendemos forma de vida de una sociedad organizada y civilizada.
Yo no soy de Salta yo llegue a este lugar gracias a un camionero que me levanto de la ruta luego de haber recibido una paliza por parte de unos gendarme al encontrarme borracho en la puerta de una fonda exigiendo que me dieran mas vino. Luego que este hombre me levanto y me ayudo a recuperarme yo me quede en un pueblo de Salta donde ese fin de semana se hiba a realizar el festival popular de La Pachamama, y pensé que ese seria un gran lugar para hacerme de unos pesos los cuales me permitirían vivir unos días tranquilo sin andar inflingiendo la ley, lo que yo no sabia era que en esa fiesta estaba el gobernador, y si como se imaginaran fue justamente a el al Coronel Montoya a quien le robe la billetera, y como es de esperar detrás de mi persona salieron corriendo como 20 gorilas con revolver yo al ver esto no tuve mas opción que entregarme, lo cual tampoco fue una buena idea ya que me dieron tanto de palos que cuando desperté lo hice justamente en el penal de San Andrés. Me desperté casi agonizando, tirado en el patio atado de pies y mano y cada vez que pasaba un vigilante me daba un garrotazo y me decía que de este pozo nadie sale con vida, más aun los forasteros como lo era yo.

Ya llevaba más de 5 años en el correccional y todavía no sabia cuanto tiempo hiba a durar mi condena, allí convivíamos unos 300 reos de las mas variadas calañas que uno puede conocer, en fin tratábamos de algún modo ser felices, ya que estábamos privados de todo y para conseguir víveres debíamos trabajar altas horas en el campo con una bola de acero atada a una de nuestra pierna. Además de soportar al hijo puta del milico que nos custodiaba, que aparte de no hacer una mierda nos daba de guazcasos cada vez que se le ocurría. En definitiva ni el mismo Satanás era capaz de poner a sus condenados en estas situaciones. San Andrés el antro que no le deseo nunca a nadie.

Acércate a la reja sos la dueña de mi alma sos mi luna cautiva que se aleja y se va, tome coraje de lo mas profundo de mi ser, me acerqué y le pregunte porque recitaba esa frase una y otra vez, sin encontrar consuelo alguno, en ningún lado. Solo me miro, como quien ve a un bicho raro, y me dijo que si alguna vez me había enamorado, yo no supe que responder por miedo a no se que, el con su mirada de viejo sabio, su pucho armado al filo de su boca, y esos rasgos tan mal percudidos me observo, yo también lo miraba a los ojos, no me hiba a convencer con cualquier excusa yo quería la verdad si o si, tan solo me dijo que era un tributo a un amor, y ahí nomás se corrigió y dijo que en realidad era un pedido desesperado a la luna, para que le perdonara su culpa y lo dejara volver a reencontrar a su amor. Con terrible respuesta, ya me daba por satisfecho sin saber que tan solo ese era el principio de una larga historia, que yo había hecho volver a recordar, me di media vuelta y cuando me estaba por acostar me dijo, mihijo yo todavía no le he dicho lo que usted quiere oír, usted quiere saber como un viejo como yo… termino en este basurero humano. Inmediatamente me di vuelta estaba a punto de descubrir uno de las historias, que mas mitos tenia dentro del penal.

Todo comenzó cuando yo tenia 22 años, mi padre un criollo bien Argentino y bien parido, era uno de los mejores folcloristas que habia en el norte argentino, yo como buen hijo lo seguía a todos lados tocando a su par. Vivíamos de noche en noche no teníamos hogar ni destino, lo de hogar deje de tener cuando mi madre murió (tenia tan solo 20 años). Yendo de pueblo en pueblo, de compadre en compadre un día llegue a Calingasta a tocar con mi padre en la casa de un compadre que se había criado con mi padre y que ahora era uno de los terratenientes mas importantes de la zona, al terminar la jarana, ya todos estando bien ebrios, lo cual me excluía, ya que tenia terminantemente prohibido fumar y tomar vino, todavía era un niño a los ojos de mi padre. Al amanecer el compadre nos invito a la casa a desayunar, ahí conocí a la hija de este hombre, El al verme llegar a su casa hizo que la criada llamara a su hija para presentármela porque me creía buen partido, al entrar al salón, el nos estaba esperando de pie, y al lado suyo se encontraba su hermosa hija Renata, la cual a penas la vi, me deslumbro por completo, era extremadamente hermosa, y tenia un aroma que hasta las flores mas hermosas se lo envidiarían, yo por un momento pensé que estaba en la luna, si en la luna la misma que ahora le pido que devuelva un poco de libertad, al decir esto el se cayo dio media vuelta y acercándose a la reja con los ojos llenos de lagrimas dijo: tu amor es como una estrella con cuerdas de guitarras….. Sos la dueña de mi alma!!!!

Así como quien no quiere las cosas esa noche guarde un respetuoso silencio no se todavía por que motivo pero algo habia quedado en el ambiente. Pasaron los días y el viejo no hacia otra cosa que escribir y tocar la guitarra, yo me sentía muy culpable, si increíblemente por primera vez supe lo que era la culpa de hacer sufrir a alguien y no saber como remediarlo, en definitiva yo todavía no sabía nada de su historia. Trataba de seguir mi vida lo mas normal posible, aunque era imposible ya que hacia de todo para que el paisano se sintiera mejor y dejara de tocar la guitarra con tanta fuerza.
En uno de mis esfuerzos por cambiarle el animo, hable con un carcelero y le pedí que me consiguiera un paquete de yerba, para lo cual tuve que trabajar 1 semana mas de 15 horas diarias, pero ese esfuerzo valió la pena, ya que el sábado a la tarde me trajeron el tan preciado paquete, yo al recibirlo estaba muy cansado pero sin embargo no me importo nada, salí corriendo hacia el patio donde el estaba con su inseparable viola y su mate con yerba de ayer, al llegar lo primero que hice fue darle el regalo el muy agradecido me lo recibió y me dijo, gracias mijo pero no merezco yerba nueva es también parte de mi condena, seguro que usted se ha quedado con las ganas de seguir escuchando mi historia y descubrir como termine en este lugar recibiendo un regalo de un hombre sin condena, lo único que hice fue una mueca de afirmación.

Renata no pronuncio ninguna palabra en todo el desayuno, yo tampoco lo hice, así estuvimos todo el día mirándonos con una sonrisa cómplice, pero sin decirnos nada, hasta que llego la hora de partir, nos fuimos pero en el aire quedo una promesa de volvernos a ver, y si no era así yo hiba a ser todo lo posible para que eso pasara. Así fue después de dos meses me anime y en una noche de luna llena, agarre la guitarra y me fui para su casa, al llegar encontré todas las luces apagadas solamente se escuchaba el ladrido de los chocos y me iluminaba la luna, yo sacando fuerza de lo mas profundo de mi ser, comencé a cantarle una serenata que habia escrito para ella.

Desde esa noche y hasta el día de hoy es la dueña de mi alma, al poco tiempo el padre de ella nos dio un rancho para vivir, nos casamos y hasta casi tuvimos un hijo si no fuese por el infortunio que cuando se quedo embarazada se cayo de uno de los caballos del padre, y no solo perdió el embarazo sino que además no pudo quedar mas embarazada, pero tata Dios no quita sin dar una bendición y eso era el que cada día nuestro amor crecía mas y mas, hasta que un maldito día llego un comisario nuevo al pueblo. En un principio solo molestaba a los habitantes pero luego se creía que en nombre de la ley podía abusarse de todo, y así fue que una noche cuando yo estaba en la pulpería de Doña Julia vino un compadre y me comento que en mi rancho habia visto el caballo del comisario, yo sin saber que contestarle salí como liebre hacia mi pago, cuando estaba llegando vi que el comisario estaba saliendo de mi hogar y sin pensarlo y teniendo una gran corazonada de que el no estaba ahí por algo bueno y mas aun estando la Renata sola en la casa, desempuñe el facon y le grite que lo que hacéis en mi casa hijo puta, el sin pensarlo saco el chumbo y me tiró yo caí y me quede quietesito como si estuviera mal herido, lo que el no sabia era que cuando se acercara para asegurarse que me habia matado yo hiba a responderle con un dagazo que lo atravesó todito, le tendría que haber visto la cara a ese hijo mil puta, y ahí lo deje en el costado de la calle desangrándose como un toro mañero, y me jui volando para adentro de la casa, ahí encontré a mi negra desnuda en la cama, yo pegue un gritazo que hasta en Mendoza me escucharon, ella sin mediar palabra se jue corriendo para el baño llorando, yo ahí antes de hacer otra locura limpie mi facon, y me jui en mi caballo campo adentro. Ahí estuve unos días hasta que me decidí y me jui en busca de una respuesta, y al llegar a mi rancho me encontré con un grupo de policías que me estaban buscando y que al verme llegar se avanzaron hacia mi, yo como buen cristiano me entregue.

Yo mientras lo escuchaba me imaginaba todo, nunca nadie me habia contado una historia de tal magnitud. Cunado me di cuenta nos estaban rodeando mas de 100 hombres entre presos y guardias, el viejo de repente levanto la vista, y mirándonos a todos en un solo vistazo nos dijo, cuidado muchachos con el amor, se paro y se fue. Esa noche no hubo recluso que no estuviera contando esa hazaña que si bien parece poca cosa se requería de un gran valor, ya que cualquiera mata, pero no a un comisario sabiendo en la que se va a meter, pero el lo habia hecho, todo por amor, ya que no le importaba la injusticia, lo único que lo movilizo a realizar aquel ajusticiamiento era el hecho de haberse metido con su amada Renata, lo que no dijo era que habia pasado, si ella lo engañaba con el comisario, o si el la habia abusado de ella.

Sin saberlo esa noche fue de luna llena y ahí estaba el paisano esta vez con mas lagrimas en su cara gritándole a la luna que quería un poco de libertad para ir a buscar a su Renata, esa noche lo note mas nostalgioso que nunca, al la mañana siguiente al despertarme encontré dos milicos al costado de la celda, se llevaron al viejo, yo pegue un gritazo preguntando que iban a hacer con el, por ello me ligue unos bastonazos que me hicieron dormir medio día mas.

Al despertarme pregunte si alguien lo habia visto, y nadie sabia nada del viejo, ya mas calmado me acerqué y le pregunte a otro guardia cárcel, que habían hecho en el paisano, me contesto tan solo que ya habia cumplido la condena y que el director lo habia dejado ir. Con una alegría tan grande fui y les conté todo a los muchachos, esa tarde fue una de las más felices que nos toco pasar dentro del pozo.

A los 3 años me dejaron salir del penal, lo primero que hice fue irme al pueblo del viejo y preguntar por el, pero lamentablemente nadie lo conocía, así estuve un tiempo largo buscándolo rancho por rancho todo con resultado negativo, hasta que una noche que me agarro en Santiago del Estero, estaba tomando unos vinos en un gran fogón y uno de los compadres se puso a cantar un tema que, yo al principio no le prestaba atención hasta que cuando me di cuenta esa letra me era muy familiar, hasta que me advertí de que ese tema contaba la historia del viejo paisano, ahí nomás al terminar el cantor, le pregunte donde habia aprendido esa letra, el me contó que era de un viejo folclorista que hacia 2 años habia muerto y que el la aprendido en una pulpería de Salta. Se me destrozo el corazón al saber que el viejo se habia ido para lo del tata Dios, pero me puse contento al saber que habia dejado registro de su historia en un hermoso tema que terminaba contando que al final de todo pudo volver a encontrarse con su Renata y que lo único que los separó fue un toro mañero que se cruzo en el camino de su amor, ahí aprendí que el amor es una estrella brillante que nunca va a dejar de dar luz.

Tu amor es una estrella con cuerdas de guitarra, una luz que me alumbra en mi oscuridad….

THE SHINING OF THE SUN

2 comentarios:

Unknown dijo...

Esto lo escribis vos?.... es el primero que leo... me gusto la verdad me gusto...

bonita descripcion del penal... compro la historia hermano compro

Exitos

FER

sqa dijo...

Hola Gabi, aquí carlos desde Castellón, Brest...
¿Qué decir? Que te dejo un abrazo muy grande, que me gustó mucho el cuento, que tienes mucho amor para dar, que me alegra haber retomado el contacto,... quién sabe? Quizá algún día pueda ir a Mendoza!

otro abrazo

carlos